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La Cueva

por | May 24, 2016

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La cueva de Coro Trasito, situada a 1600 metros de altitud y muy cerca del límite oriental del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es uno de los yacimientos prehistóricos excavados a mayor altitud de España, con restos de ocupaciones humanas de la Edad del Bronce y del Neolítico antiguo.

Se trata de una cavidad de más de 300 m2 situada a escasos metros de la Cueva del Oso, con una orientación idónea para el hábitat humano ya que el sol penetra hasta el fondo del abrigo y al mismo tiempo está protegido de los vientos del norte. Ha sido utilizada para el ganado a lo largo de muchos años hasta hace poco tiempo y en su superficie se conservan diversos muros que compartimentan el espacio en varios corrales. La cueva tiene una parte activa por la que transcurre una corriente de agua que, a unos 20 metros de la entrada, se filtra para salir en cotas más bajas del mismo sistema kárstico y que surge por Coro Trasito solamente en determinadas épocas del año.

Las diferentes excavaciones realizadas entre los años 2011 y 2013 han confirmado el enorme potencial del yacimiento, que fue habitado desde hace 7300 años hasta, por lo menos, 6600 años. Después de un período de desocupación, unos 3400 años atrás, volvió a ser ocupado durante una época más breve. Fruto de esta utilización de la cueva, se conserva un potente registro sedimentario con unas excelentes condiciones de preservación. Su estudio ha permitido constatar la existencia de unas prácticas agrícolas consolidadas hace 7300-7100 años, indicando que ya en una fecha muy antigua del Neolítico peninsular el Pirineo axial albergó cultivos de trigo y cebada. En esa época los habitantes del yacimiento practicaron también una ganadería de ovinos, vacuno y cerdos, un dato que contrasta con el patrón tradicional ganadero de los últimos siglos en el Pirineo aragonés.

En los primeros sondeos del 2011 se recuperaron materiales arqueológicos pertenecientes al neolítico antiguo. El objetivo de una nueva intervención realizada en el año 2013, era alcanzar el máximo de profundidad con registro arqueológico y lograr materiales orgánicos para su datación absoluta por C14. La campaña, realizada en en dos fases, consistió en nuevos sondeos para extraer más materiales y alcanzar un nivel estéril de desprendimientos rocosos sin poner en peligro la estabilidad de los perfiles, alcanzando una profundidad aproximada de 1,80 m. También se realizaron tareas de limpieza de un nivel formado por estiércol de ovinos mezclado con piedras de arrastre y caídas del techo.

El método de excavación utilizado, con maletín y brocha siguiendo los niveles arqueológicos, permitió encontrar sedimentos de diferentes tonalidades (negros, ocres, rojizos, marrones), arcillas, bloques de roca caliza, láminas de sílex, carbones y carbonatos, varias madrigueras y materia orgánica; así como recuperar materiales arqueológicos, muchos de ellos restos de pequeño tamaño (fragmentos de semillas de avellana y una cuenta de collar en concha y otra en piedra), y una concha perforada. También fragmentos óseos, huesos de mayor tamaño de mamíferos de talla grande, fragmentos de cerámica, algunas de ellas impresas con superficies bien bruñidas; fragmento de percutor, un pequeño canto rodado con rastros de haberse usado como instrumento, y un elemento de hoz en sílex quemado.

Se realizaron asimismo, extracciones de muestras para análisis polínicos y de fitolitos en algún perfil de la excavación. En total fueron 28 muestras extraídas con tubos de plástico, muestras que servirían para obtener información sobre la vegetación de los alrededores de la cueva en esas cronologías. Además, de estas prospecciones, se guardaron 137 litros de sedimento, de un total de 1368 registrados, para su análisis en laboratorio.

La nueva campaña de excavaciones arqueológicas de este verano, permitirá avanzar en la excavación en extensión de las ocupaciones neolíticas más recientes, de más de 6000 años de antigüedad. En paralelo se están llevando a cabo prospecciones arqueológicas en los entornos de Coro Trasito, que llevan a documentar yacimientos ineditos hasta la fecha.